Los objetivos con los que el matrimonio propietarios de esta vivienda era conseguir un espacio funcional, con ambientes amplios y abiertos, con cierto aire de loft, y una decoración cálida y actual. Una vivienda situada en un complejo residencial a 100 m de la playa, se presentaron ante el estudio JGill interiorismo.
El principal objetivo era adaptar el piso a sus necesidades, para hacer realidad su sueño.
Así, la cocina se abre al salón, y el estudio forma parte del salón-comedor.
Dos pequeñas habitaciones de la zona de noche se integraron para convertirse en una suite con vestidor y baño.
Un recibidor mini pero ideal, en el que se consiguió un armario de entrada lacado en blanco igual que todas las puertas de la casa, (la mayoría correderas para ganarle espacio). Un baño de cortesía que se accede a él a través de otra zona destinada a armarios, y una galería en la cocina es la zona de lavadero.
La redistribución abre los espacios, elimina fronteras entre las distintas estancias, y todos los espacios están conectados visualmente. El roble en el suelo y el color White Sand en las paredes dan armonía al conjunto.
El punto de partida era conseguir adaptar este antiguo piso a un modo de vida más práctico, para ello, había que repensar los espacios, para que fueran funcionales, con ambientes amplios, abiertos, y una decoración cálida y actual.
Unificar tanto estancias como materiales ha sido la clave de la reforma.